Emiliano Montani, después de su paso por la banda Cuchillas, decide compartir con el mundo las canciones que ha estado trabajando en la penumbra. El proyecto en solitario del argentino es expansivo por naturaleza. Si bien sus lanzamientos anteriores partían de sonoridades más acústicas y orgánicas, su bautismo en Estudio Mazmorra es con un varios singles donde la distorsión juega un papel decisivo en la narrativa melancólica y poética de sus textos. Fragmentos visuales convertidos en canciones.
En su corta trayectoria ha tenido la oportunidad de compartir escenario con artistas como Marina Päraway, o Santiago Motorizado (El Mató a un Policía Motorizado), en países como Argentina, Colombia y España.